Cuando sientes que se te escucha de una manera completamente diferente a la que te han acostumbrado en tu entorno familiar o de amistades, percibes que tus problemas pueden verse desde otra óptica y estableces durante el tratamiento una relación especial contigo mismo, esa es precisamente la misión, el trabajo, del psicólogo psicoanalista.
¿Te preguntas cómo trabajo?
En la consulta se «suben a la superficie» situaciones similares a las que has vivido o estás viviendo. Esto implica “revivir” en el presente, como si fuera una representación teatral de tus conflictos. Hacer emerger nuevamente “esta realidad” permite descubrir sus causas, su origen, otorgándote la posibilidad de una segunda, tercera o más oportunidades para ponerla en perspectiva y así poder vislumbrar las posibilidades que tienes para resolver las situaciones, incluso aquellas que vivirás de nuevo y que ahora afrentarás con una solución absolutamente propia y personal.
Como puedes ver, se trata de encontrar la fuente de ese sufrimiento, buscar el origen, no conformarse sólo con paliar el síntoma. Quiero aclarar que el síntoma es muy importante porque nos permite ver que hay algo que no está bien, pero no es el mal en sí mismo, es sólo una manifestación de él.
Ya antes en la sección ¿cuándo consultar?, había comentado por qué el síntoma se debe observar, se tiene que atender, pues su importancia es que pone en evidencia que existe una necesidad, una carencia o un problema.
Tú como paciente consultas porque sufres y yo te propongo que hables sobre ello, que lo exteriorices para que puedas verlo desde distintos ángulos, lo que finalmente te posibilitará tomar el mejor enfoque, cambiar el punto de vista para comprender y comprenderte.
En un trabajo conjunto encontraremos las causas de ese sufrimiento, para luego elaborar una solución específica para ti y sólo para ti. No hay recetas mágicas ni universales, la psicología y sobretodo el psicoanálisis tienen que ver con la persona y por lo tanto con el individuo, por ello las soluciones son específicas porque dimanan de tu propia individualidad, de ti y de nadie más.
Todo consiste en el conocimiento de uno mismo.
Como dijo Freud: “Uno tiene que contar con sus propias fuerzas, entonces se aprende a usarlas correctamente”.
Te quiero invitar a que descubras por ti mismo cómo puedo ayudarte con mi trabajo como psicólogo psicoanalista, si has llegado hasta aquí, es porque lo has pensado ahora descúbrelo, contáctame.